Conducir con Sol Print

 

 

El sol puede producir deslumbramiento, bien directamente o por reflejos (reflexión de la luz). También se puede producir una disminución de la agudeza visual por falta de luz, al mantener la luz solar muy cerrada la pupila y tardar en adaptarse a la falta de luz si se entra en una zona sombría, oscura o en un túnel.

 

El sol es especialmente peligroso al amanecer y al anochecer, por encontrarse en un plano muy bajo e incidir los rayos directamente sobre el conductor.

Un parabrisas limpio, unas gafas adecuadas, si ello fuera preciso, y un parasol pueden paliar sus efectos y ayudar al conductor, pero, como en todo, es éste, con su anticipación y su saber hacer, quien podrá evitar un accidente por este motivo si, ante la posibilidad de tal eventualidad, disminuye la velocidad y utiliza los medios adecuados.

Los rayos del sol pueden aparecer tras una montaña o un edificio, pero, antes de que ello ocurra, el conductor sabe que es un día soleado, puede ver el resplandor con tiempo suficiente y actuar en consecuencia.

Consideraciones a tener en cuenta:

Ante todo, moderar la velocidad.

Orientar el parasol adecuadamente y, si se dispone de ellas, usar gafas de sol.

En ocasiones, será necesario detenerse para reponerse y recuperar la visión.

Mantener los cristales del parabrisas bien limpios.

Last Updated on Tuesday, 16 June 2015 14:11