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El sol puede producir deslumbramiento, bien directamente o por reflejos (reflexión de la luz). También se puede producir una disminución de la agudeza visual por falta de luz, al mantener la luz solar muy cerrada la pupila y tardar en adaptarse a la falta de luz si se entra en una zona sombrÃa, oscura o en un túnel.
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El sol es especialmente peligroso al amanecer y al anochecer, por encontrarse en un plano muy bajo e incidir los rayos directamente sobre el conductor.
Un parabrisas limpio, unas gafas adecuadas, si ello fuera preciso, y un parasol pueden paliar sus efectos y ayudar al conductor, pero, como en todo, es éste, con su anticipación y su saber hacer, quien podrá evitar un accidente por este motivo si, ante la posibilidad de tal eventualidad, disminuye la velocidad y utiliza los medios adecuados.
Los rayos del sol pueden aparecer tras una montaña o un edificio, pero, antes de que ello ocurra, el conductor sabe que es un dÃa soleado, puede ver el resplandor con tiempo suficiente y actuar en consecuencia.
Consideraciones a tener en cuenta:
Ante todo, moderar la velocidad.
Orientar el parasol adecuadamente y, si se dispone de ellas, usar gafas de sol.
En ocasiones, será necesario detenerse para reponerse y recuperar la visión.
Mantener los cristales del parabrisas bien limpios. |